La relación con mi coach

Es cada vez más palpable el hecho de que el coaching se ha convertido ya en una de las principales fuentes de desarrollo de las personas, especialmente cuando estas tienen que atravesar por periodos de transición.

 
En uno de mis ejercicios grupales, mis coachees se preguntan entre si: ¿Cómo es la relación con tu coach? y todas las preguntas que surjan en el intercambio, y anotan lo que creen importante destacar. Les dejo algunas respuestas.


“Mi coach, me dijo el primer día que nos conocimos que su misión era ayudarme a lograr metas tanto en el terreno personal como de mi profesión y es verdad”..
 

“...El coaching tiene la virtud singular de hacer que sea yo quien pone en juego, de manera activa, la mejora de mis posibilidades desde el primer instante, lo cual significa que aprendo “haciendo” y reduzco la probabilidad de equivocarme.”

 
“La verdad es que mi coach tiene poco de consejero y mucho de amigo que me ayuda a que yo misma identifique mis palancas personales y las movilice en el momento oportuno y en la dirección adecuada.”


“Es una persona que sabe como hacerte llegar al fondo de tus puntos fuertes y de tus puntos débiles ante cada una de las situaciones a las debas enfrentarte y sabe como hacer para que sin necesidad de aconsejarte –en el sentido clásico del termino o como lo haría un consultor, sea yo misma quien de lo pasos que elija, para caminar en la dirección adecuada.”


“Frecuentemente me devuelve mis preguntas con otras que me estimulan a pensar las cosas desde otros puntos de vista y, hace que de manera natural sea capaz de encontrar soluciones que nunca se me hubieran ocurrido, sobre todo cuando estoy ante encrucijadas o problemas nuevos para mí.”


“No... no es mi psicólogo ni mi terapeuta personal. Pero me ha ayudado a conocerme mejor y ha terminado por sabe aproximadamente donde están las claves interiores de mi comportamiento, lo cual le ayuda a trabajar conmigo cada paso en el que necesito que me eche una mano, con mejores perspectivas”


“Hace que me sienta autosuficiente porque en realidad después de cada sesión he descubierto cosas que incorporo a mi modo natural de hacer. Muchas veces, me siento como si hubiera adquirido la experiencia de varios meses o años en solo unas semanas”.


“No me dirige. No es él quien lleva el control de los mandos. Ni siquiera me dice lo que tengo que hacer ni cuando ni como. Pero, consigue que sea yo quien lo descubra.”


"Mi coach me ayuda a fijarme metas y objetivos de calidad con realismo y me estimula para que no pierda el ritmo y llegue al final de cada una de ellas. Es un corredor de fondo, a mi lado. Es como un faro que puedo direccionar hacia las zonas menos iluminadas de mi futuro, especialmente útil en momentos críticos de mi carrera profesional, para ser yo mismo quien tome con fuerza las riendas y escriba cada la historia de mi vida que más me gusta”